El abuso infantil es cualquier forma de maltrato que sufre un niño o niña. No importa si ocurre en casa, la escuela o la calle, sus consecuencias pueden durar toda la vida. Entender qué es, identificar sus señales y saber a quién acudir son pasos clave para proteger a los menores.
Los niños a veces no pueden o no quieren hablar de lo que les pasa, pero su cuerpo y su comportamiento lo delatan. Cambios bruscos de humor, miedo repentino a ciertas personas, lesiones sin explicación clara o retrasos en el desarrollo son pistas que no debemos ignorar. También es frecuente que el niño muestre conductas sexuales inapropiadas para su edad o que se vuelva muy retraído y silencioso.
Si notas alguna de esas señales, actúa rápido pero con calma. Primero, habla con el niño en un entorno seguro y sin presionarlo; pregúntale cómo se siente y si algo le molesta. Luego, contacta a las autoridades chilenas a través del número 133 (Fono de la Niñez) o acude a Carabineros. No intentes investigar por tu cuenta, deja esa parte a los profesionales.
Además, es fundamental buscar apoyo psicológico para el menor. En Chile existen servicios como el Programa de Atención Integral a la Niñez (PAIN) y clínicas privadas que ofrecen terapia especializada. El acompañamiento profesional ayuda a que el niño procese lo vivido y reduzca el riesgo de traumas futuros.
La prevención también pasa por educar a los adultos. Organiza charlas en colegios, organizaciones comunitarias o iglesias sobre los derechos del niño y las señales de abuso. Enseñar a los niños a identificar conductas inapropiadas y a decir "no" les da herramientas para defenderse.
Los padres y cuidadores deben crear un ambiente de confianza donde los niños se sientan escuchados. Establecer rutinas de diálogo, preguntar cómo fue su día y demostrar interés genuino reduce la probabilidad de que un agresor actúe en silencio.
Recuerda que el abuso infantil no es solo físico; también puede ser emocional, psicológico o sexual. Cada tipo deja huellas distintas pero igualmente dañinas. Mantente alerta y no subestimes comportamientos como insultos constantes, humillaciones o aislamiento social.
En caso de una denuncia, la justicia chilena cuenta con la Fiscalía de Minutas Especiales (FME) que se ocupa de los delitos contra menores. El proceso puede ser largo, pero el objetivo es garantizar la seguridad del niño y sancionar al responsable. Acompaña al menor durante todo el proceso para que no se sienta solo.
Finalmente, si tú o alguien que conoces necesita ayuda inmediata, llama al 133 o acude a la unidad de atención de emergencia más cercana. No dejes que el miedo o la duda retrasen la intervención. Cada minuto cuenta para proteger a los niños y romper el ciclo de violencia.
Eduardo Barril, actor de renombre, hizo una revelación impactante sobre un intento de abuso por parte de un sacerdote durante su infancia. Narró que el incidente ocurrió cuando tenía aproximadamente 11 años, y enfatizó el impacto que esto tuvo en su vida y en la percepción de la Iglesia Católica.
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