El acoso sexual sigue siendo un problema serio en hogares, escuelas y trabajos. No se trata solo de comentarios incómodos, también incluye tocamientos, presiones para mantener relaciones o cualquier conducta que viole la dignidad de una persona. Si alguna vez has sentido que algo no está bien, es importante reconocerlo y saber qué opciones tienes.
Primero, identifica las señales. Un mensaje con insinuaciones sexuales no solicitadas, una broma que te hace sentir incómodo o un gesto que cruza tu zona de confort pueden ser indicadores. En el ámbito laboral, el acoso se manifiesta con favores sexuales a cambio de un ascenso, o con comentarios constantes sobre tu apariencia. En la escuela, los compañeros o profesores pueden usar el poder que tienen para presionar a alguien.
En Chile, la Ley Nº 20.005 tipifica el acoso sexual como delito y establece penas que van desde multas hasta varios años de prisión, dependiendo de la gravedad. Además, la Ley de Igualdad de Género protege a las víctimas en el trabajo, obligando a los empleadores a crear protocolos de prevención y respuesta. Si te encuentras en una situación de acoso, puedes presentar una denuncia ante Carabineros, la Fiscalía o la Unidad de Género de la Policía de Investigaciones.
La denuncia no tiene que ser inmediata; lo importante es que guardes evidencia: mensajes de texto, correos, testigos. Llevar un registro de fechas y descripciones ayuda mucho al momento de presentar el caso. Si te sientes inseguro, busca apoyo en la Defensoría del Pueblo o en organizaciones como Fundación Iguales, que ofrecen asesoría legal gratuita.
1. Habla con alguien de confianza. Contar lo que sucedió a un amigo, familiar o colega te brinda respaldo emocional y, a veces, testigos.
2. Documenta todo. Guarda capturas de pantalla, correos y anota los detalles.
3. Busca ayuda profesional. Un psicólogo especializado en trauma puede ayudarte a procesar lo ocurrido y a recuperar la confianza.
4. Denuncia. Dirígete a la comisaría o a la Fiscalía, presenta tu evidencia y solicita el registro de la denuncia.
5. Activa los protocolos institucionales. Si el acoso ocurre en tu trabajo o escuela, informa al encargado de igualdad o recursos humanos; ellos deben iniciar una investigación y tomar medidas preventivas.
Recuerda que el acoso sexual no es tu culpa. La responsabilidad recae siempre en quien lo ejerce. La sociedad está cambiando, y cada denuncia ayuda a crear entornos más seguros. Si eres testigo, no te quedes callado: reportar protege a la víctima y desalienta futuros abusos.
En caso de emergencia, llama al 133 (Carabineros) o al 131 (Policía de Investigaciones). Busca también líneas de ayuda como la del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (tel. 800 800 107) que brinda asesoría 24/7.
El camino para erradicar el acoso sexual empieza con la información y la acción. No estás solo, hay recursos y personas dispuestas a apoyarte. Aprende, comparte y actúa: juntos podemos construir espacios donde todos se sientan respetados.
El Presidente chileno, Gabriel Boric, enfrenta una denuncia por acoso sexual a raíz de incidentes ocurridos hace diez años. La demanda fue presentada en la Fiscalía Regional de Magallanes, alegando difusión no consentida de imágenes privadas. La defensa de Boric alega que es víctima de hostigamiento sistemático, cooperando plenamente en la investigación y negando categóricamente las acusaciones.
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