¿Te has preguntado por qué tu minino ronronea más cuando le ofreces su comida favorita? No es solo hambre, es parte del bienestar felino. En esta guía te voy a contar los pasos clave para que tu gato tenga una vida plena sin complicarte la vida.
Lo primero es la comida. Los gatos son carnívoros obligados, así que el plato debe estar lleno de proteína de calidad. Busca alimentos con pescado, pollo o carne como primer ingrediente y evita los que tienen más de un 30% de rellenos como maíz o trigo.
Una regla fácil: si el envase dice “alto contenido de proteína” y “sin subproductos”, estás en el camino correcto. Divide la ración diaria en dos porciones, una por la mañana y otra al anochecer. Así mantienes su metabolismo activo y evitas que coma de más.
Los snacks son útiles para el entrenamiento o para premiar buen comportamiento, pero no deben superar el 10% de su ingesta total. Prefiere premios naturales, como tiras de pollo deshidratado, en vez de las croquetas ultra procesadas.
Un gato aburrido es un gato que se mete en problemas. Dedícale al menos 15 minutos al día a jugar con varitas, ratones de cuerda o láser. Cambia los juguetes cada semana para que siempre haya novedad.
Los rascadores también cuentan como ejercicio; los gatos adoran estirarse y afilar sus garras. Colócalos cerca de sus zonas favoritas y verás cómo pasan más tiempo trepando y menos tiempo destruyendo tus muebles.
Si vives en departamento, una ventana segura con vista al exterior es oro puro. Los pájaros y el tráfico le ofrecen estímulos visuales que reducen el estrés.
Visitas regulares al veterinario son esenciales. Un chequeo anual incluye vacunas, análisis de sangre y revisión dental. No esperes a que aparezca un problema para llevarlo al profesional.
Desparasita a tu gato según las indicaciones del veterinario, normalmente cada tres meses. Además, controla su peso; la obesidad es una de las principales causas de diabetes y problemas articulares en felinos.
La higiene también importa. Cambia la arena del arenero al menos una vez a la semana y límpialo con agua tibia y jabón neutro. Un arenero limpio reduce el riesgo de infecciones urinarias.
Los gatos son criaturas de hábito. Mantén horarios constantes para la alimentación y el juego. Eso les da seguridad y reduce la ansiedad.
Dedica tiempo a acariciar a tu felino cuando lo solicite. No todos los gatos gustan de abrazos, pero la mayoría disfruta de una caricia en la cabeza o detrás de las orejas.
Si notas cambios en su comportamiento —como esconderse más, perder el apetito o vocalizar excesivamente— actúa rápido. Podría ser una señal de dolor o enfermedad.
Con estos consejos, el bienestar felino está al alcance de tu mano. Alimenta bien, juega mucho, visita al veterinario y mantén una rutina estable. Tu gato te lo agradecerá con más ronroneos y menos travesuras.
El Día Internacional del Gato, celebrado el 8 de agosto, destaca la conciencia sobre el bienestar de los gatos domésticos y promueve su adopción. Iniciado por el IFAW en 2002, el día subraya la necesidad de mejores cuidados y protecciones legales para los felinos. Activistas y veterinarios protagonizan este movimiento global que celebra el vínculo entre humanos y gatos.
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