Si alguna vez escuchaste el nombre Candida auris y no supiste qué significaba, no estás solo. Es un hongo que se ha vuelto famoso por su capacidad de resistir varios medicamentos y por aparecer en hospitales de todo el mundo. Hoy te explico de forma sencilla qué es, por qué preocupa a la salud pública y qué puedes hacer para evitar que se propague.
Primero, a diferencia de otras infecciones por hongos, Candida auris no se trata fácilmente con los antifúngicos habituales. Muchos estudios en Chile y el extranjero muestran que hasta el 90 % de los aislamientos son resistentes a uno o más tratamientos, lo que complica la cura.
El hongo se propaga principalmente en lugares con alta concentración de personas enfermas, como unidades de cuidados intensivos, quirófanos y salas de dialysis. Allí, puede vivir en superficies como manijas de puertas, ropa de cama o equipos médicos si no se desinfectan bien.
Los síntomas pueden ser confusos: fiebre, escalofríos y dificultad para respirar son comunes, pero también pueden pasar desapercibidos. En pacientes con sistemas inmunológicos debilitados, la infección puede llegar a la sangre y ser potencialmente mortal.
La prevención empieza con la higiene. Lávate las manos con agua y jabón al menos 20 segundos o usa alcohol en gel cada vez que entres o salgas de un centro de salud. Si visitas a un familiar hospitalizado, lleva contigo tus propias toallas y evita tocar equipos médicos.
En casa, mantén limpias las superficies que se tocan con frecuencia: picaportes, interruptores y baños. Usa desinfectantes que indiquen efectividad contra hongos, no solo bacterias.
Si eres paciente con catéter, respirador o cualquier dispositivo invasivo, habla con tu equipo médico sobre la desinfección y la revisión de los materiales. Pregunta si el hospital tiene protocolos específicos para Candida auris y si realizan pruebas de detección regular.
En caso de presentar fiebre alta sin causa aparente y haber estado en un entorno hospitalario reciente, busca atención médica de inmediato. Informa al profesional que estuviste en una unidad de cuidados intensivos; así pueden solicitar cultivos específicos para detectar este hongo.
Los profesionales de salud también juegan un rol clave. Reportar cualquier brote sospechado a las autoridades sanitarias ayuda a activar medidas de aislamiento y desinfección masiva. La colaboración entre pacientes, familiares y personal médico es la mejor defensa.
En Chile, el Ministerio de Salud ha emitido guías para controlar la diseminación de Candida auris. Estas incluyen la vigilancia activa en hospitales y la capacitación del personal en protocolos de higiene. Mantente informado a través de fuentes oficiales para conocer la situación en tu zona.Recuerda, aunque el hongo sea resistente, la mayoría de los casos se pueden controlar con una buena higiene y una rápida respuesta médica. No subestimes los síntomas y no dudes en preguntar a tu doctor qué medidas están tomando para evitar la propagación.
En resumen, Candida auris es un desafío, pero con información y hábitos simples puedes reducir el riesgo. Cuida tus manos, protege a tus seres queridos y mantente alerta ante cualquier signo de infección. Así contribuyes a frenar este brote y a mantenerte saludable.
Javier Acosta, un hombre colombiano de 36 años, contrajo la infección fúngica Candida auris durante unas vacaciones familiares en una piscina recreativa. Tras más de cinco años de sufrimiento y una deterioración severa de su salud, optó por recibir eutanasia. Su caso resalta la importancia de la higiene y la prevención en instalaciones públicas.
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