La emergencia climática es la forma en que describimos el impacto rápido y peligroso del cambio climático. En Chile vemos más sequías, inundaciones y incendios. Entender qué está pasando nos ayuda a reaccionar a tiempo y a no quedar descolgados.
Cuando el clima se vuelve extremo, los recursos empiezan a fallar. Las sequías dejan sin agua a agricultores, los fuertes rains provocan desbordes de ríos y los incendios arrasan bosques y viviendas. En los últimos años, el número de eventos graves ha subido, y la gente lo siente en su día a día.
En la zona norte, la falta de lluvia afecta la producción agrícola y la disponibilidad de agua potable. En el sur, las lluvias intensas provocan deslizamientos y daños en carreteras. Cada región tiene sus propios problemas, pero el denominador común es la necesidad de estar preparado.
Lo primero es tener información. Suscríbete a alertas de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) y sigue los canales locales de radio o redes sociales. Cuando se publique una alerta, actúa rápido.
Arma un kit de emergencia: agua, alimentos no perecibles, linterna, pilas, primeros auxilios y copias de documentos importantes. Mantén el kit en un lugar fácil de llevar y revisa cada seis meses que todo esté en buen estado.
Planifica rutas de evacuación. Conoce los caminos seguros desde tu casa y los puntos de reunión con tu familia. Si vives en zona de riesgo de deslizamiento, identifica zonas altas donde puedas refugiarte.En caso de incendio, cierra puertas y ventanas, y si es posible, cubre respiradores con una tela húmeda. No intentes apagar grandes fuegos, aléjate y avisa a los bomberos.
Además de protegerte, puedes ayudar a reducir la emergencia climática. Usa menos agua, apaga luces innecesarias y usa transporte público o bicicleta cuando puedas. Pequeñas acciones se suman y hacen la diferencia.
Participa en iniciativas vecinales: limpiezas de ríos, reforestación de áreas degradadas o charlas de prevención. Cuando la comunidad se organiza, la respuesta a desastres se vuelve más rápida y efectiva.
Si ves señal de alerta en tu zona, no esperes a que sea demasiado tarde. Llama a los números de emergencia, sigue las indicaciones de autoridades y ayuda a tus vecinos, sobre todo a los mayores o con movilidad limitada.
Recuerda que la emergencia climática no es solo un problema del futuro; está sucediendo ahora y todos podemos aportar una respuesta. Mantente informado, prepárate y colabora. Así tendrás más chance de pasar los eventos sin perder lo esencial.
La tormenta DANA ha causado una crisis sin precedentes en España, particularmente en la región de Valencia. Con más de 62 muertos y docenas de desaparecidos, las lluvias torrenciales y las inundaciones han generado una destrucción masiva. La respuesta tardía en las alertas y el colapso de líneas de emergencia han complicado el rescate, mientras se paralizan transportes y se cierran infraestructuras en un intento por mitigar el desastre.
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