Lesiones deportivas: causas, prevención y cómo recuperarse

Todos hemos visto a un jugador caer y quedar fuera de la cancha. Las lesiones son parte del deporte, pero no tienen que ser un castigo. Aquí te explico de forma práctica qué las produce, cómo evitarlas y qué hacer para volver a entrenar pronto.

Causas más comunes de lesiones

La mayoría de las lesiones aparecen por tres motivos: falta de calentamiento, sobrecarga y técnicas incorrectas. Cuando no calientas, los músculos están fríos y se rompen con facilidad. La sobrecarga ocurre al entrenar demasiado sin dar tiempo de descanso; los tendones y ligamentos se cansan y se lesionan. Finalmente, una postura o movimiento equivocado, como un golpe de rodilla mal alineado, genera torceduras o desgarros.

En fútbol, los esguinces de tobillo y los tirones de cuádriceps son los más frecuentes. En deportes de contacto, los golpes en la cabeza y las contusiones son habituales. Si practicas atletismo, los desgarros de isquiotibiales aparecen al acelerar sin una progresión adecuada.

Consejos para una recuperación rápida

Primero, aplica el método RICE: reposo, hielo, compresión y elevación. Durante las primeras 48 horas, el hielo reduce la inflamación y el dolor. Luego, empieza con ejercicios de movilidad suaves; estirar demasiado pronto puede empeorar la lesión.

Segundo, consulta a un fisioterapeuta. Un profesional te indicará ejercicios de fortalecimiento específicos y te enseñará a activar los músculos correctos. La fisioterapia también incluye masajes y técnicas de liberación miofascial que aceleran la curación.

Tercero, cuida tu nutrición. Las proteínas ayudan a reparar tejido muscular, mientras que la vitamina C y el zinc favorecen la cicatrización. Bebe suficiente agua y evita alcohol, que ralentiza la recuperación.

Finalmente, vuelve al entrenamiento de forma progresiva. No te lances a correr a máxima velocidad el primer día. Incrementa la carga gradualmente, escucha a tu cuerpo y detente si sientes dolor.

Recuerda que prevenir es mejor que curar. Dedica al menos 10 minutos a calentar antes de cada sesión, incluye ejercicios de fuerza para estabilizar articulaciones y revisa tu técnica con un entrenador. Así reducirás el riesgo de lesión y podrás disfrutar del deporte por mucho más tiempo.

Si alguna lesión persiste o empeora, busca atención médica. Ignorar el problema solo alarga el tiempo fuera de juego y puede generar complicaciones a largo plazo.

Con estos pasos, estarás listo para minimizar riesgos, recuperarte rápido y volver al campo con más confianza.

  • Ivan Milkovic
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