El ATP Beijing 2025 llega a su 24ª edición con una agenda bien pensada para siete días intensos de tenis. Los lunes, martes y miércoles (25‑27 de septiembre) se disputan la primera y segunda ronda. Cada jornada incluye varias sesiones, desde la mañana hasta la noche, para que los aficionados sigan la acción en tiempo real.
El jueves y viernes (28‑29) se convierten en la fase de l[[reco]??] 16 y cuartos de final. Los partidos se escalonan en franjas de media mañana, tarde y noche, lo que permite a los jugadores recuperarse y a la televisión ofrecer una cobertura continua.
El sábado 30 de septiembre alberga las semifinales, con dos encuentros de individuales distribuidos entre la tarde y la noche. Finalmente, el domingo 1 de octubre es el día de la gloria: primero la final de dobles a la 1:00 p.m. y, poco después, la final de individuales a las 3:00 o 4:00 p.m., según la duración del partido previo.
La categoría de dobles destaca por su mezcla de talentos internacionales y locales. Lideran el cuadro los británicos Julian Cash y Lloyd Glasspool, actualmente tercer ranking mundial. Les siguen los salvadoreños Marcelo Arévalo y el croata Mate Pavić, que ocupan la sexta posición global. En tercer puesto se sitúan el finlandés Harri Heliövaara y el británico Henry Patten, mientras que el dúo italiano formado por Simone Bolelli y Andrea Vavassori completa los cuatro primeros sembrados.
El organizador ha reservado plazas de wild card para los favoritos de casa: Bu Yunchaokete emparejado con Cameron Norrie, y la pareja china Shang Juncheng‑Zhang Zhizhen. Además, los jugadores argentinos Guido Andreozzi y francés Manuel Guinard lograron el pase a través de las rondas clasificatorias.
Entre los singles, la primera jornada ya ofreció emociones fuertes. Jannik Sinner arrancó con victoria sobre Marin Cilic, enviando una señal clara de sus intenciones en este último tramo del circuito asiático, que es clave para los puntos de clasificación antes del cierre de temporada.
El National Tennis Center vuelve a demostrar por qué es una sede de primer nivel: sus canchas rápidas de superficie dura favorecen un juego agresivo y dinámico, lo que se traduce en rallies incisivos y mucha acción para el público. Con varias pistas operativas simultáneamente, los aficionados pueden seguir distintas batallas sin perder detalle.
Este torneo no solo aporta puntos y premios, también sirve de ensayo para los eventos finales del año. Los jugadores que conquisten la pista de Beijing llegan al último trimestre con impulso y confianza, factores decisivos en la pelea por los títulos de mayor jerarquía.
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