El Clásico del Pacífico 2025, programado para el a las 23:00 hora local, se ha desplazado de Santiago a Sochi después de que los futbolistas de la Federación de Fútbol de Chile rechazaran disputar el amistoso contra la Federación Peruana de Fútbol. La decisión, anunciada por beIN SPORTS el 2 de octubre, ha dejado perplejas a ambas federaciones y a los organizadores internacionales.
El partido debía disputarse en el Estadio Bicentenario Municipal de La Florida, en el distrito de La Florida, pero la Claro Arena ya estaba reservado para un duelo de Primera División entre Universidad Católica y Ñublense el 9 de octubre. Según la agenda publicada por ESPN, el conflicto de horarios habría imposibilitado la organización del amistoso sin mover la fecha o el lugar.
Sin embargo, la raíz del problema parece ir más allá de la mera colisión de calendarios. En la última jornada de la clasificación a Qatar 2026, Chile y Perú empataron 0‑0 en el Estadio Monumental, dejando a La Roja en el último puesto del grupo CONMEBOL con 2 puntos. El técnico peruano Ricardo Gareca describió la actuación chilena como "sin brillo y con pocas opciones", mientras que la prensa local señaló una atmósfera de descontento en el plantel chileno.
Un portavoz del plantel chileno, que prefirió mantenerse en el anonimato, manifestó: "No podemos viajar en esas condiciones. Necesitamos tiempo para reajustar el esquema táctico y resolver algunas cuestiones internas antes de enfrentarnos a otro rival tan histórico". La declaración, recogida por BiletPrivet.com, dejó entrever problemas de motivación y posibles disputas internas con la dirección técnica.
El entrenador de La Roja, Jorge Sampaoli, no emitió un comunicado oficial, pero fuentes cercanas al DT indicaron que la ausencia de un calendario claro y la presión mediática estaban minando la cohesión del grupo. Además, el hecho de que el amistoso implicaría un desplazamiento a otro continente generó dudas logísticas y de salud para los jugadores.
Con la fase de clasificación aún abierta, ambos equipos buscarán recuperar puntos críticos. Chile, actualmente último con 2 puntos, necesita al menos tres victorias en los próximos cuatro partidos para escapar de la zona de descenso. Perú, situado en la quinta posición con 10 puntos, ve en el amistoso una oportunidad para afinar su juego antes del duelo contra Brasil.
La Federación de Fútbol de Chile ha sido reacia a comentar la situación, aunque una fuente interna afirmó que se está evaluando la posibilidad de programar un entrenamiento interno en Santiago antes de cruzar a Europa. Por su parte, la Federación Peruana de Fútbol indicó que mantendrá su planificación original y viajará a Sochi con la delegación completa.
El Estadio Olímpico Fisht, con capacidad para 40.000 espectadores, fue sede de los Juegos de Invierno 2014 y de partidos de la Confederaciones 2017 y del Mundial 2018. Según datos de la entidad organizadora del evento en Rusia, se esperan ingresos por venta de entradas superiores a 1,5 millones de dólares, lo que podría aliviar la presión financiera de ambas federaciones.
El traslado plantea retos logísticos: vuelos de larga distancia, adaptación a la zona horaria, y costes de hospedaje para los equipos y sus cuerpos técnicos. Además, la aceptación del público ruso al "clásico latino" es un factor incierto; la prensa local apunta a un interés creciente por el fútbol sudamericano, pero advierte sobre la posible saturación del calendario de eventos en Sochi durante el otoño 2025.
Los analistas de Flashscore.com esperan un duelo muy táctico, con Chile intentando romper su sequía ofensiva y Perú buscando consolidar su juego colectivo. Los pronósticos indican un 45 % de probabilidad de victoria peruana, un 30 % de empate y un 25 % a favor de Chile.
En definitiva, lo que comenzó como un simple amistoso para afinar detalles tácticos se ha convertido en un verdadero espectáculo transcontinental, cuya puesta en marcha dependerá de la capacidad de ambas federaciones para superar los obstáculos internos y logísticos.
El plantel apuntó a problemas de agenda, falta de tiempo para entrenar y una percepción de que el desplazamiento a otro continente afectaría su rendimiento. Además, se mencionó una atmósfera de descontento interno tras la mala actuación en la fase de clasificación.
Chile perderá una jornada de entrenamientos en casa y enfrentará un viaje largo que limitará la recuperación física. Perú, por su parte, mantendrá su calendario pero deberá adaptarse a un nuevo clima y zona horaria antes de sus próximos compromisos.
Se estima que la venta de entradas y los derechos de transmisión generarán más de 1,5 millones USD, lo que ayudaría a financiar los costes operativos de ambas federaciones y podría destinarse a proyectos de desarrollo juvenil en Chile y Perú.
Hasta el momento la FIFA ha propuesto al árbitro mexicano Mario Díaz Pérez para dirigir el partido, aunque la decisión final dependerá de la disponibilidad y la aprobación de ambas federaciones.
Aunque el partido es amistoso, influirá en la moral de los equipos. Una victoria peruana podría consolidar su posición en los puestos de clasificación, mientras que Chile necesita urgentemente una victoria para romper su racha de malos resultados y evitar quedar atrapado en la zona de descenso.
1 Comentarios
Sebastian San Martin octubre 9, 2025
¡Esto es una verguenza total! Chile se rinde antes de siquiera pisar el campo y los peruanos van a tener que viajar hasta Rusia. Los jugadores se hacen los desentendidos con excusas de agenda y salud, pero la verdad es que el ego les está ganando. No entiendo cómo una selección tan importante puede dejarse humillar así. ¿Qué habrá pasado en la sala de reuniones? Seguro que hubo peleas internas y falta de compromiso. La afición merece mucho más respeto.