La tranquilidad de Bajos de Mena, en Puente Alto, se vio brutalmente interrumpida por un violento tiroteo que ha dejado a la comunidad en shock. El evento tuvo lugar justo antes de una vigilia programada en el mismo lugar donde, apenas dos días antes, se registró el asesinato de un hombre. Este ataque ha resultado en la muerte de un joven de 17 años y en heridas de gravedad a sus dos hermanos, de 13 y 11 años.
Todo comenzó cuando un grupo de sujetos armados irrumpió en la escena, dándoles alcance a sus víctimas con una lluvia de balas que, según el Subcomisario Diego Novoa, superó los 150 disparos. La víctima mortal, el mayor de los hermanos, no pudo resistir sus heridas, mientras que la niña de 13 años fue trasladada de urgencia al Hospital Sótero del Río. Su hermano menor, de 11 años, también lucha por su vida.
El infierno no terminó con los disparos en Bajos de Mena. Los perpetradores parecían determinados a perpetuar el temor, siguiendo incluso la ambulancia que transportaba a la pequeña de 13 años al hospital. Las amenazas continuaron, al punto de prometer
5 Comentarios
Sinuhe Carrasco Rojas Sikaro septiembre 28, 2024
Esto es lo que pasa cuando el Estado se retira y deja que la calle decida. No es casualidad, es sistema.
Francisco Olivos septiembre 29, 2024
La falta de educación moral en las familias es la raíz de todo esto. No basta con poner más policías si no hay valores. Los padres hoy son espectadores de la vida de sus hijos, y luego se sorprenden cuando ocurre esto.
La violencia no nace en las calles, nace en las casas donde nadie enseña respeto, disciplina o empatía. ¿Cuántos de estos jóvenes tenían un padre presente? ¿Cuántos saben lo que es una conversación sincera sin gritos?
La solución no está en más leyes, está en reconstruir la familia. Pero claro, eso requiere esfuerzo. Y la comodidad es más atractiva que la responsabilidad.
Natalí Saval septiembre 29, 2024
Cada bala que se dispara en Bajos de Mena es un grito silenciado de un niño que creció sin esperanza. No son delincuentes, son víctimas de un sistema que los abandonó antes de nacer.
¿Cuántas veces hemos visto esto? Un niño muere, hay una protesta, alguien llora en la tele, y al día siguiente todo vuelve a lo mismo. La sociedad se emociona, pero nunca actúa. Nos encanta la tragedia cuando es espectáculo, pero nos da pereza ser parte de la cura.
La violencia no es un problema de seguridad, es un problema de justicia social. Y nosotros, con nuestros silencios, somos cómplices.
José Lecaros septiembre 30, 2024
Oye, esto me partió el alma. Pero ojo, no es solo la pobreza, no es solo la droga, no es solo la policía... es todo junto, como una tormenta perfecta que nadie quiso ver venir.
¿Te acuerdas cuando en los 90 decíamos que esto iba a explotar? Pues explotó, y ahora nos sorprendemos como si fuera una novedad.
Los hermanos que murieron no eran estadísticas, eran niños que jugaban a la pelota en la calle, que se peleaban por el último juguete, que se escondían cuando sonaban los disparos... y ahora su historia se convierte en un titular de 3 segundos.
La única forma de cambiar esto es empezar a verlos como personas, no como problemas. Pero eso duele. Y nadie quiere doler.
Catalina Maria Celeita Rodriguez octubre 2, 2024
Y el gobierno sigue gastando millones en carabineros en vez de en psicólogos escolares. Qué lindo, ¿no? Mientras los niños crecen con trauma y nadie les enseña a manejarlo, los disparos seguirán sonando. Pero claro, es más fácil culpar a los padres que invertir en algo que no da votos.