Cuando Iga Swiatek, polaca derribó a Amanda Anisimova, estadounidense, con un aplastante 6‑0, 6‑0, el tenis femenino recibió una de esas sorpresas que hacen ruido en la historia. El duelo se jugó el sábado 12 de julio de 2025, en la célebre All England Lawn Tennis and Croquet Club, durante la final del Wimbledon 2025Wimbledon, Londres. En tan solo 57 minutos, la polaca se llevó el trofeo y, con él, un lugar entre las grandes de la pista de hierba.
Un marcador 6‑0, 6‑0 en una final de Grand Slam es tan raro como un eclipse total. Sólo ha ocurrido tres veces antes: la última antes de Swiatek fue la victoria de Steffi Graf contra Natasha Zvereva en el Roland Garros 1988; la anterior remontaba al Wimbledon de 1911, cuando Dorothea Lambert Chambers aplastó a Dora Boothby. Por eso, el hecho de que Swiatek repita esa hazaña coloca la final de 2025 en un plato de honor del deporte.
El partido arrancó con Swiatek rompiendo el saque de Anisimova en el primer juego y, sin descanso, añadió dos rupturas más para cerrar el primer set en 25 minutos. El segundo set siguió la misma narrativa: un dominio total que dejó el marcador 6‑0 en apenas 32 minutos. En total, la polaca ganó 55 puntos frente a los 24 de Anisimova, pese a haber tocado solo 10 ganadores contra los 28 errores no forzados de la estadounidense.
El desempeño de Swiatek en hierba había sido hasta entonces modesto (6‑5 en partidos de circuito), pero una racha de 19‑2 en los últimos dos años la catapultó a la cima. Con este título, suma su sexto Grand Slam y se convierte en la octava mujer en conseguir victorias en los tres tipos de superficie —arcilla, hierba y pista dura—, siendo la única jugadora activa con ese récord.
En la rueda de prensa post‑partido, Anisimova admitió que "hoy fue distinto a cualquier otro encuentro aquí" y reconoció sus propias deficiencias. "Sé que Amanda puede jugar bien, pero hoy no estuvo a su nivel", replicó Swiatek, intentando equilibrar el respeto con la franqueza que la caracteriza.
Los analistas españoles, como el comentarista del RTVE Carlos García, señalaron que el número de errores de Anisimova reveló una presión inmensa al enfrentar a la actual número uno del mundo. Por su parte, el ex tenista británico Tim Henman destacó la solidez táctica de Swiatek: "No solo es física, es mental. Controló cada punto desde el primer golpe".
Con la victoria, Swiatek consolidó su posición como número 1 del ranking WTA, ampliando su ventaja sobre la número 2 en 2.300 puntos. Además, la cifra de títulos de Grand Slam sube a seis, igualando a leyendas como Martina Navratilova en cuanto a variedad de superficies.
Para Anisimova, el revés fue agridulce. Aun cuando la derrota le dejó fuera del podio, su ascenso al top 10 estaba asegurado cuando el ranking del 14 de julio la ubicó en el puesto 10, marcando su mejor posición histórica. La joven estadounidense volvió a brillar dos meses después en el US Open de Nueva York, venciendo a Swiatek 6‑4, 6‑3 en cuartos de final, demostrando que el duelo está lejos de acabarse.
Tras Wimbledon, Swiatek se embarca en la temporada de pista dura, con el objetivo de defender su título en el US Open y cerrar el año con al menos ocho títulos de la WTA. La prensa española ya especula sobre una posible rivalidad renovada con Anisimova, que parece haber encontrado su mejor forma en pista dura.
Mientras tanto, la Polish Tennis Association celebró la hazaña como "un orgullo nacional" y prometió seguir apoyando a Swiatek en su camino hacia futuras coronas, mientras la United States Tennis Association ya planifica un programa de desarrollo para impulsar a más jugadoras jóvenes como Anisimova al nivel elite.
Un 6‑0, 6‑0 refleja una supremacía absoluta. Sólo tres finales femeninas de Grand Slam la han terminado así, lo que subraya la magnitud del rendimiento de Swiatek en Wimbledon 2025.
Swiatek amplió su ventaja como número 1 en más de 2.000 puntos, mientras que Anisimova, pese a la derrota, ingresó al top 10 por primera vez, ubicándose en el puesto 10 en el ranking del 14 de julio.
El premio oficial fue de £2,700,000, lo que equivale a aproximadamente $3,456,000 dólares según la cotización de 2025.
Demuestra versatilidad y adaptación. Swiatek se une a un círculo muy limitado de jugadoras (solo ocho) que han conquistado Grand Slams en arcilla, hierba y pista dura, consolidando su legado como una de las mejores de la era moderna.
Ambas jugadoras ya se han enfrentado en dos ocasiones destacadas este año, con resultados opuestos. Con el US Open ya cerrado, los próximos torneos de pista dura ofrecerán nuevas oportunidades para que Anisimova intente una revancha y Swiatek defienda su supremacía.
3 Comentarios
Rodrigo Valdebenito octubre 11, 2025
Otro doble bagel y ya parece que el tenis se vuelve juego de niños, ¿no?
Javiera Errázuriz octubre 11, 2025
Claramente Swiatek no tuvo competencia; Anisimova ni siquiera rascó la superficie. Los analistas deberían dejar de exagerar y reconocer la diferencia de nivel.
MARÍA IGNACIA JARA octubre 13, 2025
El fenómeno del doble bagel en una final de Grand Slam es tan escaso que incluso los historiadores del tenis lo catalogan como una rareza estadística.
Hasta la fecha sólo tres ocasiones habían registrado este marcador catastrófico para la perdedora.
La primera fue la victoria de Dorothea Lambert Chambers sobre Dora Boothby en el Wimbledon de 1911, un evento poco documentado pero tristemente recordado.
Seguidamente, Steffi Graf aplastó a Natasha Zvereva en Roland Garros 1988, consolidando su dominio en la era de los 80.
Ahora, Iga Swiatek se une a ese selecto club, replicando la hazaña con una ejecución casi quirúrgica.
El tiempo total de 57 minutos sitúa este duelo entre los más breves de la historia de los majors, comparable apenas con la final masculina de 1973 donde Jan Kodes venció a Alex Metreveli en 45 minutos.
Analizando la estadística del punto, Swantek ganó 55 puntos contra 24, lo que implica una efectividad del 69,7 % en sus oportunidades.
En contraste, Anisimova sólo logró anotar 10 ganadores frente a los 28 errores no forzados que cometió, una diferencia de 18 golpes decisivos.
El número de rupturas de saque fue de tres en el primer set y dos en el segundo, reflejando una presión constante sobre la devolución rival.
Desde el punto de vista táctico, Swiatek adoptó una estrategia basada en el golpe de derecha con topspin profundo que obligó a la estadounidense a retroceder constantemente.
La falta de variación en el juego de Anisimova, quien se limitó a lanzar golpes planos, la dejó sin respuestas efectivas.
Esta victoria también eleva a Swiatek al sexto Grand Slam, equiparándola con leyendas como Navratilova en la diversidad de superficies conquistadas.
En el ranking, su ventaja sobre la número dos se amplía a más de 2.300 puntos, lo que sugiere que la brecha se hará más difícil de cerrar.
Sin embargo, el hecho de que Anisimova ya haya derrotado a Swantek en el US Open demuestra que el duelo está lejos de concluir y que la rivalidad talvez se renueve en la próxima temporada dura.
En conclusión, el doble bagel de Wimbledon 2025 no sólo es un récord histórico, sino también un punto de inflexión en la carrera de ambas atletas.