Cuando Arthur Rinderknech, tenista profesional francés, francés derrotó a Daniil Medvedev, jugador ruso y cabeza de serie 16 del Rolex Shanghai Masters 2025Qi Zhong Tennis Center, 4-6, 6-2, 6-4, el sábado 11 de octubre, quedó clavado en la memoria de los aficionados como uno de los grandes giros del tenis de este año. El triunfo le abrió la puerta a la primera final de un ATP Masters 1000 de su carrera, donde se medirá contra su primo, el monaco Valentin Vacherot, quien también había causado sensación al eliminar al cuatro veces campeón del torneo, Novak Djokovic.
Rinderknech, que llega al torneo como el número 54 del ranking mundial, no era ni mucho menos favorito. Sin embargo, la semana pasada arrancó con una doble hazaña: venció al número 3 del mundo, Alexander Zverev, y después al número 19, Jiri Lehecka, para abrir su primera fase de cuartos de Masters. El viernes 10 de octubre, en una práctica de menos de 90 minutos, superó al número 13, Felix Auger‑Aliassime, en dos sets contundentes (6‑3, 6‑4), describiendo ese encuentro como "el mayor triunfo de mi carrera".
El francés explicó en la conferencia de prensa posterior: "Sentía que tenía que seguir a mi primo, él estaba viviendo una montaña rusa emocional y yo quería aportar algo parecido en la pista". La combinación de su potente saque y su agresiva línea de fondo le permitió "clawing past" a Medvedev, que tras ponerse 4‑6 en el primer set, cometió una doble falta que selló su derrota.
Por su parte, Valentin Vacherot llegó al cuadro como calificador, con una posición World No. 128 antes del torneo. El martes 7 de octubre superó en tres sets a un rival de cabeza de serie para abrirse paso, y el sábado, en un cruce que muchos describieron como "un guión de Hollywood", desarmó a Novak Djokovic, cuya condición física parecía comprometida. "Fue una victoria que me dejó sin palabras", confesó Vacherot bajo los focos del estadio. Con esa hazaña, se convirtió en el primer monaco en disputar una semifinal de nivel tour y, de paso, en el primer familiar en enfrentarse a un primo en una final de Masters.
El público del Qi Zhong Tennis Center vivió una montaña rusa de emociones. Cuando Medvedev lanzó su doble falta final, Rinderknech cayó al suelo celebrando mientras Vacherot, que había asistido al final del partido, se quedó inmóvil antes de correr a abrazar a su primo. "El sueño imposible", dijo el francés tras el intercambio, añadiendo: "No sé cómo ha ocurrido, pero siento que hemos hecho algo bueno para los que nos rodean".
En la sala de prensa, el entrenador de Rinderknech, Juan Martínez, señaló que la familia ha sido un pilar: "Ver a dos primos en la final es raro, pero la química que tienen dentro y fuera de la pista se traduce en confianza mutua".
Con esta aparición, Rinderknech se convierte en el noveno tenista francés en disputar una final de Masters 1000, sumándose a figuras como Jo-Wilfried Tsonga y Gaël Monfils. Para Francia, que ha pasado de años sin títulos importantes en individuales, la final simboliza una posible nueva generación. "El tenis francés vuelve a brillar", comentó la directora del Comité Olímpico Francés, Marie‑Claire Dupont, mientras señalaba que el impulso podría traducirse en mejores resultados en los próximos Grand Slams.
Desde la perspectiva mundial, la final rompe con la tendencia de dominancia de los "Big Three" (Djokovic, Nadal, Federer) y muestra la creciente competitividad de los jugadores fuera del Top 20. Analistas de la ATP, como el español Carlos Moya, advierten que "cuando los números de ranking dejan de ser la única métrica, el espectáculo se enriquece".
El duelo está programado para el domingo 12 de octubre, a las 14:00 hora local (UTC+8). El premio en metálico asciende a 1,4 millones de dólares y los 1 000 puntos ATP que otorga el título pueden catapultar a cualquiera de los dos a los top 30 del ranking mundial.
Los expertos coinciden en que la clave será la experiencia de Rinderknech frente a la frescura de Vacherot. "Arthur tiene más partidos de alto nivel bajo la manga, pero Valentin juega sin presión y con una energía increíble", sostuvo el comentarista francés Pierre Dubois. En cualquier caso, los aficionados pueden esperar un espectáculo técnico, emociones familiares y, por supuesto, una historia digna de película.
Si Rinderknech se lleva el título, sumará 1 000 puntos ATP, lo que probablemente lo sitúe dentro del top 30, rompiendo con su posición actual de 54. Incluso como subcampeón recibiría 600 puntos, una mejora sustancial para su carrera.
Es histórico porque ningún tenista de Mónaco había llegado a esa fase en un torneo de esta categoría. Su paso a la final le garantiza un salto de posición que lo colocará dentro del top 100, creando un nuevo referente para el tenis del principado.
Venció a Alexander Zverev (World No 3), Jiri Lehecka (World No 19), Felix Auger‑Aliassime (World No 13) y finalmente a Daniil Medvedev (World No 16). Cada victoria fue en tres sets, mostrando una capacidad de recuperación notable.
Marca el retorno de Francia a los focos de los grandes torneos. Una final entre dos franceses (aunque uno monaco) revitaliza el interés nacional y podría impulsar la financiación y el desarrollo de futuros talentos.
Experiencia y manejo de la presión serán claves para Rinderknech, mientras que la frescura, la ausencia de lesiones y la motivación de Vacherot tras su victoria sobre Djokovic podrían darle la ventaja del ímpetu.
1 Comentarios
Jorge Valdivia Guzmán octubre 11, 2025
¿Y si el torneo fuera una fachada para probar una nueva tecnología de control de apuestas?