Benjamín Rollheiser brilla, pero Santos sigue atrapado en su crisis tras empate ante CRB
El estreno amargo de Rollheiser en Santos
Benjamín Rollheiser llegó a Santos con grandes expectativas. Tras dejar huella en Estudiantes de La Plata y luego en Benfica, el argentino de 22 años buscaba consolidarse en el fútbol brasileño. El 1 de mayo de 2025, por fin estrenó su cuenta goleadora con la camiseta de Santos. Su tanto, justo al filo del descanso (minuto 45'+1'), parecía el inicio de un nuevo capítulo para el club paulista. Sin embargo, la realidad se impuso con la misma crudeza de las últimas semanas.
El partido ante CRB siempre tuvo ese aroma a final. Santos llevaba varios encuentros sin sumar de a tres y el equipo sentía la presión de su posición tambaleante en la Serie A Brasileña. Rollheiser, posicionado como mediapunta, interpretó bien los espacios y conectó con el arco para darle a los aficionados un motivo de ilusión. Ni así alcanzó. La desconcentración defensiva volvió a pasar factura: en el minuto 90'+9', el argentino Gonzalo Escobar firmó un empate que dolió como una derrota.
Problemas más allá del gol: defensa frágil y preocupaciones en la tabla
El gol de Rollheiser no pudo “tapar el sol con la mano”. Santos mostró, otra vez, esa fragilidad atrás que lo persigue toda la temporada. El equipo lleva jornadas encadenando tropiezos, sin capacidad de cerrar partidos ni mantener su portería a cero cuando importaba. La amarilla que se llevó Breno Herculano en el minuto 58 fue el espejo de la tensión y el nerviosismo de un conjunto que no encuentra calma ni siquiera cuando va arriba en el marcador.
Desde su llegada en febrero tras su paso por Benfica, el argentino parecía la pieza destinada a revolucionar la ofensiva de Santos. Si bien el gol propio confirma sus credenciales, resulta imposible eludir el estado de emergencia en que vive el club. La afición esperaba que la llegada de Rollheiser sumara empuje ofensivo, pero los partidos siguen revelando un fondo de plantilla corto y una defensa que no resiste los finales apretados.
El empate frente a CRB no solo prolonga la racha sin victorias. Deja a Santos mirando de reojo la clasificación, con la sensación amarga de que las soluciones individuales no sirven si no hay solidez colectiva. El reto, entonces, es claro: aprovechar el momento de moral que puede aportar Rollheiser, pero sobre todo recomponer una defensa que hoy por hoy se ha convertido en su peor enemigo. El calendario aprieta y el margen de error se acorta, con un club histórico luchando por no ahogarse en mitad de la tempestad brasileña.
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